Manos limpias, amigas,
Manos sin cadenas.
Manos libres, abiertas,
Manos sin condenas.
Así nacieron, hermanas
Para sostenerte
Y leales, muy humanas
Para quererte.
Librito, caro amigo:
Peldaño de mis ideales;
Amor y luz, abrigo
Y fe de mis obras reales.
Con tu presencia pura,
Proyectas el camino
Que es torrente de cultura
Y el fénix del destino.
Mi musa te bendiga
En aletear de palmeras;
¡Librito!, somos la espiga
Germinada entre banderas
Libro: Rayito de Luz
Autor: Epifanio Estrada Cruz
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